El Gainer: Capítulo 1.06

Los Suspensorios

Era jueves, la segunda semana de clases parecía que apenas había empezado. El tiempo pasaba casi volando, desde esa gran aventura con Daniel el fin de semana no me había ni siquiera masturbado. La universidad nos absorbía casi por completo, apenas y teníamos tiempo para divertirnos.

Por suerte el proceso de inscripción ya había terminado y por fin teníamos tiempo libre, yo estaba disfrutando de mi tarde viendo la televisión, Daniel estaba comiendo como todo el tiempo. Cada  vez me parecía más hermoso, en el departamento hacía mucho calor así que los dos estábamos casi desnudos, solo estábamos en calzoncillos.

El martes fui de compras mientras Daniel se encargaba de terminar la tarea, compre dos suspensorios uno grande para mí y el otro extra grande para mi gordo, eso es lo único que teníamos puesto esta tarde. Para lo único que lo hacíamos es para vernos más sexis, y eso nos excitaba demasiado.

El programa en la televisión termino, decidí cambiar el canal, presionaba en botón y los canales bailaban ante mis ojos, de repente algo me llamo la atención, era uno de esos concursos de reality show donde la gente trataba de adelgazar, había muchos más hombres que mujeres y me encantaba verlos. Daniel se sentó junto a mí, lo dos vimos el programa excitándonos con los gordos sudorosos, al final del programa llego el momento en el cual los concursantes se pesaban.

Los hombres gordos pasaban de a uno por uno, quitándose las camisetas. El reality estaba en sus inicios y aquellos hombres aún estaban demasiado obesos, como para hacer que mi verga se pusiera bien dura. Los pesajes terminaron y con ellos el programa también.

La noche llegó tan rápido como siempre, comenzaba a hacer un poco de frío, pero eso no importaba el calor humano que compartía con mi gordo me mantenía a gusto. Estábamos bien abrazados mientras veíamos nuestra serie favorita, era la comedia de moda, me fascinaba. Todo el tiempo nos la pasamos sentados y comiendo, ya era muy tarde, la enorme barriga de Daniel era muy cómoda y me quede profundamente dormido.

Me desperté después de media noche, mi cabeza aún seguía sobre la enorme barriga de Daniel, era realmente cómoda. Daniel también estaba dormido, mi mano se deslizo suavemente sobre su gran estomago hasta llegar a su suspensorio, encontré un lugar por donde entrar y tomar su enorme verga, la grasa de su barriga me cubría toda la mano, casi hasta mi codo.

Su verga estaba muy blanda y pequeña, me gusto jugar con ella, Daniel seguía dormido y sin que se diera cuenta se excito y su verga se puso dura, aunque aun así estaba pequeña y difícil de agarrar. Lo masturbe por un buen rato, hasta que su presemen me mojo la mano, Daniel tenia el sueño muy profundo tanto que aun no se había despertado. 

Me levante del sofá, me hinque frente a la enorme barriga de mi gordo la levante con las dos manos y sumergí mi cara en su pubis, le olí la zona púbica y la entrepierna. Ese olor me encanta demasiado, el sudor de la entrepierna me enloquece, me excite de inmediato. El sexo comenzó cuando metí sus testículos en mi boca, eran grandes y apenas cabían en mi boca.

Fueron demasiados minutos los que pase así, lamiendo los testículos de Daniel, seguía profundamente dormido. Me estaba cansando de sostener su enorme barriga para alcanzar sus genitales pero eso no me importo, me metí su verga en la boca, su sabor era delicioso. yo estaba excitado y Daniel seguía dormido.

Mientras se la mamaba a Daniel, me empece a masturbar con una mano mientras con la otra seguía levantando la enorme masa de grasa de mi gordo. El sabor del presemen me inundaba la boca, comencé a masturbarme más fuerte y mi cabeza se movía mas rápidamente. Daniel empezaba a despertarse, abrió un poco los ojos y soltó un gemido de placer, pero volvió a quedarse profundamente dormido.

El placer estaba llegando al máximo, de repente Daniel se despertó, con un grito de placer, al mismo tiempo que eyaculaba y me llenaba la boca de delicioso semen. Le lamí su parte púbica, estaba recién rasurada, una decisión que tomamos para no fastidiarnos al momento de mamar vergas. E semen que había salido de Daniel fue absorbido por mi garganta y me sentía muy bien.

Nunca deje de masturbarme, pero ahora ya había dejado la barriga de mi gordo. Me levante y me senté sobre su barriga sin dejarle caer todo mi peso. Mi verga bailaba frente a la cara de mi gordo, él comenzó a masturbarme, ahora ya estaba bien despierto y muy a gusto por eyacular. Me acerque más a su boca, sentándome sobre su pecho, Daniel abrió la boca y mi verga entro en su boca.

No tarde mucho en llegar al orgasmo, gritando y gimiendo hice que explotara mi semen en la boca de mi gordo.

-Comete eso -le dije aun eyaculando.

El semen desapareció dentro de su garganta, el sexo termino, me senté de nuevo, le di un gran beso, pude captar el sabor de mi semen dentro de la boca de Daniel. Lo deje, abrace su enorme barriga y los dos nos quedamos, de nuevo, profundamente dormidos.