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miércoles, 31 de julio de 2013

El Gran Asesino: Capitulo 1.09

El trabajo es fácil


Llame a la puerta de Juan, mi siguiente victima. Paso muy poco tiempo antes de que él saliera. Era joven, de apenas unos 24 años de edad, era 5 años más joven que yo. Su cuerpo era grueso, pesaba 150 kg aproximadamente. Sus hombros eran anchos, su barriga prominente, sus pechos eran dos perfectas esferas de grasa. Su rostro estaba libre de cualquier bello facial, y su cabello lo llevaba un poco largo y despeinado.
     -Buenos días buen hombre -le dije  en forma de saludo, son una sonrisa en mi rostro-. Soy vendedor, vengo ofreciendo...

martes, 30 de julio de 2013

El Gran Asesino: Capitulo 1.08

El viaje


Estaba en casa, habían pasado ya tres días desde que Luis y yo nos confesaremos nuestro amor. El segundo asesinato aun no lo había realizado. El hombre al que mataría vivía lejos de mi ciudad, tendría que viajar. El pasaje en el autobús ya estaba comprado, la reservación en un hotel, cerca del domicilio de ese hombre, ya estaba hecha. 
     El viaje comenzaba el día siguiente. Tenia que hablar con Luis, debía decirle que me ausentaría por unos días. Abrí mi pagina de Facebook, busque en la barra de contactos a Luis, él estaba conectado, "ven a mi casa" le escribí. Cinco minutos después alguien llamaba a mi puerta.

lunes, 29 de julio de 2013

El Gran Asesino: Capitulo 1.07

La carta


Amanecía, me desperté al lado, junto a mi, en la cama estaba Luis, tan hermoso durmiendo. Los dos habíamos pasado una noche grandiosa. Después del sexo, caímos rendidos y dormimos totalmente desnudos. Durante la noche, nuestros cuerpos se rosaron, yo me desperté, excitado con mi pene duro manosee el trasero de Luis, él no se despertó y yo introduje mi pene en su ano, así volví a dormir.
     Desperté a Luis con un beso en su mejilla, peluda por la barba en forma de candado que cubría su rostro. Luis me regreso el beso, esta vez en la boca. Estaba excitado, su pene estaba muy duro y lo empece a masturbar.

domingo, 28 de julio de 2013

El Gran Asesino: Capitulo 1.06

La confesión 


Corriendo para encontrarme con el señor Lopez, recordé el día cuando él llego. Ya había pasado mas de un año desde que me mude. Fue un viernes, lo recuerdo bien, ya que ese día fue mi cumpleaños numero 25.
     Yo estaba sentado en la silla frente a la mesa del comedor, sin nadie con quien convivir ese día. Fuera, en la calle, un camión de mudanzas estaba estacionandoce en la casa de enfrente. Un hombre gordo, venia siguiéndolo con un auto nuevo, era el señor Lopez. Lo vi, y me gusto su cuerpo, el mio había cambiado poco, yo ya pesaba casi 90 kg y mi peso se mantuvo así hará apenas 2 años que comencé a engordar. Salí para ayudarle a bajar sus muebles y de paso para ver si podía tocar o solo rosar su cuerpo.

sábado, 27 de julio de 2013

El Gran Asesino: Capitulo 1.05

El pasado


Llegué a casa después de constatar que el señor Lopez no se encontraba en la suya. La noche comenzaba a oscurecer el cielo. Triste, encendí la televisión, en las noticias estaba la historia de una pareja que estaba al borde de la muerte después de sufrir un terrible accidente automovilístico.
     Eso hizo que recordara. 

viernes, 26 de julio de 2013

El Gran Asesino: Capitulo 1.04

La Reunión


Baje del auto, cerré la puerta de un empujón muy fuerte, estaba demasiado nervioso. Había matado a un hombre mientras teníamos sexo.
     Confundido fui a la oficina del jefe, entre sin llamar a la puerta y sin mencionar mi entrada. Lo mire, el señor M no mostraba señas de haber captado mi presencia.

jueves, 25 de julio de 2013

El Gran Asesino: Capitulo 1.03

La primer tarea



Lo primero que vi, una vez dentro de la habitación, fue una cama King size adornada con una colcha gruesa de color negro. El cuarto estaba pintado de color blanco por arriba y rojo en la parte inferior. Los muebles que la adornaban eran muy pocos. De la pared colgaba un cuadro con una foto de un hombre gordo, desnudo jugaba con sus testículos. 

martes, 23 de julio de 2013

El Gran Asesino: Capitulo 1.02

El primer amor



La dirección era la correcta, justo en esa calle vivía mi primera victima. 
   Comprobé que dentro de mi bolsillo se encontraba el pequeño puñal y camine tranquilamente hasta llegar a la entrada de su casa. Toque el timbre, esperando pacientemente a que el hombre abriera. Hice sonar el timbre nuevamente, cinco minutos después él abrió.
     Era un hombre realmente gordo, su peso debía ser de, aproximadamente, 230 kg. Su enorme vientre colgaba fuera de su gran pantalón, sus pechos eran gigantescos como dos melones pequeños, sus piernas eran del tamaño de postes de luz, y sus brazos tan gordos como las piernas de un hombre delgado. Su rostro era de una persona joven, sin arrugas, con cachetes redondos y hermosos y con una barba en forma de candado. Sus ojos eran azules y sus cejas muy pobladas. Su cabello era de un negro intenso.
     Todo él era perfecto, solo con verlo me excitaba, y mi pene se esponjo debajo de mi enorme barriga, gracias a ella el hombre no se dio cuenta de lo excitado que estaba.
    -Buen día- lo salude-, estoy buscando al señor Eduardo García- dije leyendo el nombre en la tarjeta.
    -Buen día- contesto amablemente-, yo soy el señor García, ¿en qué puedo ayudarle?
     -Me mandaron a buscarlo, tengo un mensaje para usted.
     -Claro, claro. Pasa por favor- me dijo, haciendo una seña para que entrara en su casa.
    Dentro de su casa, me invito a sentarme en su sofá, de la pared colgaba una bandera gay, con los colores del arco iris, entonces supe que el era el hombre indicado para mi. Me enamore, y mi pene se puso mas duro aun. Pero mi objetivo era otro, entonces le invente:
    -Usted ha sido seleccionado para ser modelo de ropa, para gente con volumen superior al normal. Sin ofender, ya que como ve, somos compañeros en eso de ser gordos.
    -Yo no... sabia que existían modelos para ropa de mi tamaño. No entiendo como es que llegaron a saber de mi.
   -Lamento las molestias que le causo, pero mi equipo trabaja observando a la gente. Selecciona a los prometedores y los sigue hasta su casa. Claro sin ninguna intención mala, mas que conocer su domicilio y poder mandar a alguien, como a mi, a hablar con los seleccionados.
   -No lo sé- dijo con cara de que estaba sospechando algo-, como que todo esto es un poco sospechoso.
    -Bueno, lo cierto es que todo eso es mentira- supe entonces que mi turno de ligar había llegado, no sin dejar de mentir-. Yo lo había visto una vez en el parque, y me enamore de usted, así que lo seguí a su casa. Y hoy simplemente me atreví a visitarlo. Pero ahora que veo que usted es gay, pues me atrevo a confesarle mi amor.
   -¿Eso de su amor es realmente real?- pregunto, sentándose a mi lado y mirándome a los ojos.
    -Si, eso es verdad.
   Su respuesta no fueron palabras, si no mas bien fue un beso. Un beso que duro poco mas de un minuto, que para mi pareció muy poco. Cuando él se alejo de mi, me quede con ganas de más. Se levanto, me tomo de la mano y me llevó hasta una puerta. Deteniéndose frente a ella me dijo:
   -Cuando te vi en la puerta me excite, y esa fue una razón por la que te deje entrar a mi casa. La otra razón, es que estoy urgido de sexo y quería convencerte de que lo hiciéramos. Pero ahora, viendo lo excitado que estas tu también, creo que no es necesario convencerte. 
   -¿Cómo sabes que estoy excitado?- pregunte sorprendido.
   -Se te ve el bulto, tu vientre no es lo suficientemente grande como para ocultarlo.
   -Wow- dije un poco avergonzado.
  Tomo mi pelo y me beso, esta vez el beso duro más, mucho más. La sensación era increíble, el placer era mejor que el que sentía comiendo chocolate. Se separo de mi, y fue entonces cuando yo lo bese, el beso fue corto pero excitante.
   -Bueno, ahora quiero mostrarte algo- dijo abriendo la puerta.

lunes, 22 de julio de 2013

El Gran Asesino: Capitulo 1.01

El nuevo empleo


Ese día simplemente me levante de la cama. Camine hacia la ventana para asomarme y ver al vecino obeso, que acostumbraba regar sus plantas muy temprano por la mañana. Comprendiendo que sus únicas preocupaciones eran él mismo y sus plantas.
     Supe entonces que el día que esperé durante mucho tiempo, había llegado. Regrese a mi cama, quitándome el pijama y la ropa interior, para prepararme antes del baño. Mientras me duchaba y refregaba mi enorme cuerpo, trataba de prepararme para mi nuevo trabajo, un trabajo difícil de conseguir debido al tamaño de mi cuerpo; "simplemente debo ocupar mi volumen como mi mayor ventaja" pensé.