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domingo, 28 de julio de 2013

El Gran Asesino: Capitulo 1.06

La confesión 


Corriendo para encontrarme con el señor Lopez, recordé el día cuando él llego. Ya había pasado mas de un año desde que me mude. Fue un viernes, lo recuerdo bien, ya que ese día fue mi cumpleaños numero 25.
     Yo estaba sentado en la silla frente a la mesa del comedor, sin nadie con quien convivir ese día. Fuera, en la calle, un camión de mudanzas estaba estacionandoce en la casa de enfrente. Un hombre gordo, venia siguiéndolo con un auto nuevo, era el señor Lopez. Lo vi, y me gusto su cuerpo, el mio había cambiado poco, yo ya pesaba casi 90 kg y mi peso se mantuvo así hará apenas 2 años que comencé a engordar. Salí para ayudarle a bajar sus muebles y de paso para ver si podía tocar o solo rosar su cuerpo.
     Él acepto mi ayuda, se presento conmigo. Luis Lopez, me dijo que se llamaba, pero prefería que lo llamaran señor Lopez. Su edad era 29 años. Y su cuerpo era hermoso, y menos grueso que como lo tiene ahora.
     Al día siguiente, organizo una fiesta, invitando a todos los vecinos, para darse a conocer. Yo asistí con gusto, recuerdo que me divertí mucho. A mitad de fiesta, el señor Lopez dio un mensaje diciendo:
    -Gracias vecinos, por venir a la fiesta que organice para ustedes. Y también, esto sirvió para que me conocieran -se escucharon aplausos de los invitados-. Mi nombre es Luis Lopez, pero todos me llaman señor Lopez y así es como me gustaría que me llamen todos ustedes. Me mude aquí buscando una vida más tranquila. Pero, antes de seguir la fiesta, para que me conozcan mejor, tienen que saber que soy homosexual.
     Dicho esto, se escucharon abucheos. La mayoría de invitados salio de casa del señor Lopez. Yo fui uno de los pocos que permanecieron el la fiesta. Supe en ese momento que el señor Lopez era el hombre para mi. Pero nunca me había atrevido a confesarle mi amor, hasta este momento. 
     -Hola señor Lopez, ¿cómo ha estado?
     -Muy bien Guille, salí de compras, ayúdame con estas bolsas, pesan demasiado.
     Con solo 32 años de edad, el señor Lopez, había engordado de forma espectacular, y ademas su gordura lo hacia verse demasiado sexy. Entramos a su casa, deje las bolsas encima de una repisa. 
     -Necesito hablar con usted señor -le dije.
     -Bueno habla Guille, ya sabes que soy como tu hermano mayor.
     Al escuchar esas palabras me quede callado, pensante. Yo nunca había tenido un hermano, ni mucho menos un primo. Mis padres habían sido hijos únicos, como yo.
     -Creo que es el momento de confesar algo -comencé-. Es un secreto que he guardado toda mi vida. Y creo que usted es la persona indicada para conocerlo.
     -¿De qué se trata chico, me estas causando un infarto?
     -Veras Luis -me atreví a llamarlo por su nombre-. Yo estoy enamorado de ti.
     -¿Eso es verdad? -su rostro mostraba una expresión de como que no entendía nada.
     -Si, es verdad. Soy homosexual. Y desde la primera vez que te vi me encantaste.
     -Pues entonces, si es cierto, ven aquí y dame un abrazo.
     Me acerque a él, mis brazos no alcanzaron a rodearlo. Su estatura era superior a la mía, por lo menos por diez centímetros. Su boca bajo hasta encontrar la mía, mi lengua jugo con la suya. Nos separamos, nos miramos, los dos estábamos excitados. Tome su sudadera y le baje su cierre, él me despojo de mi playera. Y los besos continuaron. 
     Se detuvo, me tomo de la mano, me llevo a su habitación, me tumbo en la cama y ahí pasamos la noche.

1 comentario:

  1. OMG!!! Me encanto me encanto, con solo leerla me exite, me facino ya quiero leer el 7 ;D

    Atte: Pakorron

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