El nuevo compañero
Llegué a la oficina de mi jefe, le explique todo sin muchos
detalles, él asintió y me miró diciendo:
-Felicidades
Molina. Ha llegado la hora de conocer a tu compañero, el otro obeso gay de la
corporación. Pero antes debes contestar una pregunta: ¿quieres seguir asesinado
gente para esta empresa? Antes de responder recuerde que todos sus crímenes que
ha cometido y que cometerá en un futuro, si es que desea continuar, están
totalmente cubiertos por mis influencias y nunca lo acusaran de ninguno.
-Señor,
estoy muy orgulloso de pertenecer a esta corporación de asesinos, y sí señor,
si deseo seguir participando en ella.
-Pues
bien, te presentaré a tu nuevo compañero, debes saber que a partir de ahora
trabajaras con él y solo con él, siempre son él, deberán ponerse de acuerdo
para llevar a cabo los asesinatos. –Se dirigió a su teléfono y por él le dijo a
su secretaria-: Que pase el otro obeso.
El
hombre era realmente gordo, tan gordo como los gemelos. Su rostro estaba
cubierto con una máscara. Se sentó en la silla que estaba a mí lado y le quitó
lentamente la máscara. Debajo de ese pedazo de plástico se ocultaba una cara
que conocía perfectamente, el otro obeso de la corporación era Luis.
Nos
miramos, sin decir nada, antes de que llegara a incomodar el silencio nos
paramos con agilidad de gordos y nos besamos delante de nuestro jefe. Un
molesto golpeteo de una pluma sobre el escritorio nos interrumpió.
-Por
favor, salgan de mi oficina y procuren no volver a mostrar su amor en mi
presencia –nos corrió el Sr. M.
Corrimos
por el pasillo de salida del edificio, toda nuestra grasa saltaba con ritmo por
nuestros pasos apresurados. Subimos a mi auto y fuimos directo a casa. Luis
parecía estar excitado, yo no tanto, no quería tener sexo.
Llegamos
a casa, Luis había preparado un pastel de chocolate. Él se partió una tercera
parte y me dio el resto para mí. Empezamos a comer junto con un licuado, parecía
que realmente estaba excitado, en menos de cuatro minutos el plato de Luis estaba
vacío. Yo no podía ni con la mitad de mi rebanada, Luis me quito el plato y se
fue directo a la recámara.
-Ven a
buscar tu pastel, gordito –me gritó.
Antes
de subir, revisé mi correo electrónico, no había nada importante. Solo un
mensaje llamó mi atención, lo leí, solo decía que el planeta estaba súper
poblado y había que tomar consciencia en no procrear hijos solo por el placer de
hacerlo, “Lo bueno es que yo contribuyo a no poblar la Tierra” pensé.
Subí,
al entrar a la habitación encontré a Luis acostado sobre la cama, desnudo y con
la rebanada de pastel sobre su gelatinoso vientre. Me quité la ropa de
inmediato, fui junto a Luis y comencé a morder el pastel, eso me excitaba y
excitó también a Luis, yo continué comiendo mientras él se masturbaba. Al terminarme
el pastel, lamí la barriga que se batió de chocolate, el chocolate llegó hasta
su ombligo donde metí la lengua. El chocolate termino, Luis estaba húmedo por
el presemen, me erguí y me masturbe, el orgasmo llegó de inmediato, estaba muy
excitado y eso provocó que mi semen saliera expulsado rápidamente sobre el
vientre de Luis, en el segundo disparo apunté al rostro de mi gordo mojándole las
mejillas, el tercer disparo fue en sus pechos y así lo mojé por todas partes.
Luis seguía
jugando con su pene, me unté lubricante en mi ano y me senté en su pubis dándole
la espalda, dejando que su verga entrara en mi ano. Él levanto el pliegue su
vientre dejando más espacio para mi gordo trasero. Comencé dando saltitos, deteniéndome
por momentos para recargar mi peso sobre su pubis y hacer que su verga me
penetrara más.
Seguimos
así durante un buen rato, Luis me tomó con sus manos de los costados de mis
nalgas haciendo que mis saltos fuesen más rápidos y con más fuerza. Su orgasmo
me complació cuando lo indico con gritos de placer, su semen se depositó en mi
recto.
Me quedé
sentado, con la verga de Luis en mi ano, estaba satisfecho, parecía que él también.
Me sobaba los pliegues de grasa que tenía en mi espalda, me gustaban los
masajes y ahí me quedé.
Después
de un largo rato, me levante, me acosté a lado de Luis y concluimos en sexo con
besos sabor chocolate.
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