Un gordito viene a casa
Ahora que no tenía trabajo que hacer, mi tiempo libre era demasiado.
Era sábado a mediodía, Luis había salido muy temprano por la mañana debido a un
viaje de trabajo durante cuatro días, y los gemelos parecían no estar en casa.
Decidí entrar a mi perfil de BiggerCity, busque fotos nuevas de gordos, abrí
algunos perfiles de los hombres que me parecieron atractivos, hasta que di con
un perfil de un gordito que me encantó.
En su
perfil mostraba fotos de él desnudo, su cuerpo era hermoso era menos gordo que
yo. Pero aun así me gusto. Su vientre colgaba levemente sobre su pubis, tal vez
y con algo de suerte aún podría verse su pene; sus pechos eran pequeños pero
gorditos como me gustan; sus brazos parecían musculosos cubiertos de grasa; sus
piernas eran gruesas y hermosos, y su trasero estaba marcado justo por la mitad
por el pantalón que no le cubría todo su culo.
De
inmediato le envié un coqueteo, luego un mensaje. Revisé su información, vivía a
solo 30 minutos de mi casa. Su respuesta no tardo mucho, él estaba en línea y
solo unos pocos minutos después organizamos un encuentro sexual en mi casa para
esa noche. Me preparé para la noche de placer, acomode la cama, llamé para
ordenar una cena para 8 personas, sobre la mesita de noche puse dildos limpios
y lubricante. Traté de bañarme pero fue un poco difícil debido a mi mano
fracturada.
Solo
faltaban cinco minutos para que dieran las 8:00 de la noche, la hora de la
cita, cuando alguien llamo a la puerta. Fui casi corriendo a abrir, pero del
otro lado de la puerta no encontré al gordito de BiggerCity, a quien encontré fue
al señor que venía a entregar la cena, la recibí, pague y la llevé a la cocina.
Justo a
la hora indicada, llamaron de nuevo a la puerta, estaba seguro de que esta vez sí
sería el gordito sexy. Abrí la puerta y lo deje entrar, nos saludamos y
presentamos él se llamaba Omar, sentados en el sofá le conté parte de mi vida, contándole
mi boda. Después de un rato él dijo:
-Lo que
más me gusta de los gordos es verlos comer. Darles de comer y sobarles su
barrigota.
-Perfecto
–dije yo-. En la cocina nos espera una gran cena.
Fuimos
directo a la cocina, destapé los recipientes desechables, la comida ahí dentro aún
seguía caliente. El olor de la cena era exquisito. Empezamos a comer, a Omar le
serví una ración para dos personas, quedándome yo con el resto. La cena empezó
con un espagueti, Omar comía demasiado rápido, así que antes de que yo hubiese
terminado con todo mi espagueti, él ya había terminado toda su cena.
Se acercó
un poco más a mí, de la mano me quito el tenedor, enrollo una generosa cantidad
de pasta y me lo metió en la boca. Después del espagueti, siguieron los gruesos
trozos de carne de res, eran muy grandes, me los metió en la boca en pequeños
cortes y los mastique con placer. Estábamos excitándonos, ahora nuestro apetito
se desviaba hacia lo sexual.
Me
levante de la silla, lo tomé de la mano y lo jalé hasta llegar a la cama donde
Luis y yo dormíamos. Mi mano inmovilizada no me ayudo al desvestirme, así que
Omar lo hizo por mí. Ya desnudos empezaron los besos, me acosté sobre la cama y
él encontró mi verga, primero fueron masturbadas y luego su lengua entro en mi
prepucio. Mi verga estaba dura por lo excitado que estaba, y de repente entro en
la boa de Omar mojándose con su saliva.
Omar
descubrió los dildos y lubrico uno, se lubrico el ano y se penetro con mi dildo
favorito. Tomo un segundo dildo, lo lubrico junto con mi ano y lo introdujo
hasta mi recto provocándome placer. Siguió con la mamada ahora con dildos en
nuestros anos.
La
mamada termino, el dildo salió de mi ano. El dildo que estaba en el culo de
Omar seguía ahí dentro, sin avisarme tomó mis piernas, las levantó y las separó
para que mi ano se abriera ante él. Sin lubricante el me penetro con facilidad,
ya que su liquido preseminal se lo permitió. Me cogía rico, cada vez más
fuerte, cada vez con más placer. Con mi mano buena, alcancé mi pene y me empecé
a masturbar.
La
cogida era genial, el placer me embriagaba. Omar dejo que mis pies descansaran
sobre sus hombros y con sus dos manos me estrujó mis senos gordos y gelatinosos
de grasa. Su orgasmo llegó primero, se vino dentro de mí y sus gritos me
excitaron, causando que sintiera más placer. Salió de mí y su boca fue directo
a mi vega, mi orgasmo llegó pronto y mi corrida masiva le llenó su boca de mi semen
blanco y espeso, se lo tragó todo y me limpio de la verga los restos de semen.
Se acostó
a mi lado me beso los pechos y los lamió, me abrazó y nos quedamos así hasta
quedar completamente dormidos.
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